Mi Realidad de Tinta: La quinta estación (N.K. Jemisin)

La quinta estación (N.K. Jemisin)

La quinta estación, N.K. Jemisin

The Fifth Season La tierra fragmentada #1
Nova 2017 446 págs.
Goodreads 

TODA ERA TIENE QUE LLEGAR A SU FIN

Ha dado comienzo una estación de desenlaces.

Empieza con una gran grieta roja que recorre las entrañas del único continente del planeta, una grieta que escupe una ceniza que oculta la luz del sol.

Empieza con la muerte, con un hijo asesinado y una hija perdida.

Empieza con una traición, con heridas latentes que comienzan a supurar.

El lugar es la Quietud, un continente acostumbrado a la catástrofe en el que la energía de la tierra se utiliza como arma. Y en el que no hay lugar para la misericordia.

«Invierno, primavera, verano, otoño. La muerte es la quinta, y la que controla todas.»

Voy a ser honesta: no sé cómo empezar a hablar de este libro. Partiré sacándome de encima el hecho de que se convirtió de forma automática en un favorito, y que probablemente no me había enganchado tanto a una historia nueva desde el año pasado con El problema de los tres cuerpos. Tiene un puñado de cosas que lo hacen especial, original, crudo, brutal y tantos otros adjetivos que podría adjudicarle, pero me da miedo empezar a hablar y no poder detenerme, arruinando las sorpresas que son tan necesarias para vivir la narrativa creada por Jemisin. La verdad es que tomé el libro sólo sabiendo dos cosas, que había sido el ganador del Hugo en 2016 y que la mayoría del internet lo amaba. ¿La sinopsis? Olvidé leerla y de todas formas lo único que necesité fue el prólogo para interesarme en la historia. Creo que incluso recomendaría dejar de leer esto ahora y sólo ir y comenzar el libro, eso sí, al principio la narración se siente un poco extraña ―uno de los POV está escrito de forma que te sientas como la protagonista y ser Essun no es sencillo― por lo que hay que tener ganas, o paciencia según otras reseñas, de acostumbrarse a esa peculiaridad ―valdrá la pena, estoy segura.

Pero si desean saber algo más ―si en realidad el nombre de la historia únicamente les suena por cierto grupo musical― haré mi mejor esfuerzo por formar algo coherente que pueda darles una idea de lo que encontrarán entre las páginas de La quinta estación. Esta mezcla de ciencia ficción y high fantasy transcurre en la Quietud, un lugar ¿planeta, al menos lo conocido? conformado por sólo una gran masa de tierra, pangea style, que se ve contantemente amenazada por el Padre Tierra con terremotos y erupciones volcánicas que llevan a quintas estaciones: "inviernos" de al menos seis meses de duración ―pero que se pueden extender por décadas e incluso más― provocados por la oclusión del sol posterior a estas catástrofes naturales debido a los contaminantes liberados. [Historia extra: para el terremoto del 2010 una de las primeras cosas que todos recordamos en Concepción además del ruido que hizo la tierra fue el hecho de que unos cuantos minutos después del movimiento, el cielo se oscureciera y se llenara todo de una neblina densa y polvo que no permitía ver más de un par de metros y se tragó el amanecer. El libro relata cosas como esta de una forma terriblemente real para quienes lo hemos vivido.] Un gobierno central ―el Imperio― controla el lugar y su capital está ubicada en Yumenes, mismo lugar donde se ubica el fulcro, lugar donde los orogenes son entrenados para controlar sus peligrosas habilidades ―¿orogenes? volveremos a esto después.

Es una de las razones por la que gente como ellos teme a la gente como tú, porque eres impredecible y no pueden prepararse contra ti. Eres como una sorpresa, como un dolor de muelas repentino, como un ataque al corazón. La vibración que provocas se incrementa, rápido, y el retumbar empieza a sentirse no solo con las glándulas sesapinales, sino también con los oídos, los pies y hasta la propia piel. Y en ese momento ya es demasiado tarde.

Además de ese gobierno central en la capital, la gente se agrupa y asienta en pequeñas comus ―comunidades― donde eligen a sus propios representates y aceptan gente dependiendo de sus habilidades ―que determinan su casta: Lomocurtido, Semental, Innovador, Resistente, Líder & otros― por lo que una vez unidos a una comu su nombre se termina por el propio + casta + comu = Essun Resistente Tirimo, y eso permite que la persona tenga acceso al abasto y protección en caso de que ocurra una Quinta estación. Pero también existen en este mundo dos "clasificaciones" más peligrosas, que son las de Orogén y Guardián y, si se dieron cuenta, ninguno de estos es parte de la comu... y nuestra historia comienza mostrándonos inmediatamente por qué.

El prólogo inicia con dos seres iniciando el fin del mundo, para dejarnos claro que eso no es lo más importante en esta historia, que esta no es la primera vez en que el mundo acaba y que probablemente no será la última: estamos observando el inicio de una nueva Quinta estación. Y luego somos Essun por primera vez y estamos entrando a nuestra casa luego de un día de trabajo y encontrando el cuerpo de Uche, nuestro hijo de tres años, muerto por los puños de su padre que siempre se mostró tan amoroso, a quien todavía puedes ver jugando y riendo con el niño. Eso antes de las noticias de lo ocurrido en Yumenes, antes de que notara que Uche usó su instinto para evitar que el terremoto los afectara tanto, antes de descubrir que era un monstruo. Tu vida se destruyó en un día y sólo puedes llorar abrazada al niño, sabiendo que no puedes quedarte ahí para siempre porque eventualmente van a venir por ti. Y ahora tienes una hija que encontrar ―¿viva?― y una venganza por delante contra el hombre que te traicionó ―aunque ya deberías estar acostumbrada a la traición. [Essun es lo máximo]

Nacemos del calor y de la presión. El movimiento incesante es el que nos muele. Si nos quedamos quietos es que no estamos vivos.

Luego se nos introduce a Damaya ―la segunda de las mujeres que estaremos siguiendo―, temerosa y casi congelada en un granero, encerrada ahí por su familia que ni siquiera le ha dado un abrigo luego de que una pelea con un chico dejara claro que la pequeña no es como todo el resto, pues fue capaz de realizar orogenia de forma instintiva para defenderse y eso la marca como un monstruo más de esta tierra y esta gente que decide que el asesinato es mejor que el miedo a un niño. La solución es entregarla a un Guardián -¿para que la mate? ¿se la lleve? su madre ni siquiera está segura, sólo la quiere lejos- los únicos entrenados para enfrentarse a las personas como ella. Schaffa ―con su apariencia extraña, las críticas sutiles a su familia y las primeras palabras amables que Damaya escucha en semanas― se gana la confianza y cariño de la niña para luego demostrarle que los peores monstruos son quienes menos esperas, y cómo es posible seguir necesitándolos incluso cuando te hacen daño.

Y finalmente tenemos a Sienita, orogén que vive y entrena en el fulcro, ya tetranillada ―una indicación de su poder y control sobre él― y a quien se le ha encomendado una misión con el único decanillado existente ―el máximo de anillos que alguien puede obtener. Su misión es ir a eliminar la barrera de coral de un puerto, evitando provocar un tsunami o cualquier otro tipo de daño en el proceso. También es imperativo que quede embarazada de su tutor pues es lo que las mujeres del lugar deben hacer y algo a lo que será obligada más constantemente si no obtiene más anillos que demuestren su utilidad en el exterior. El fulcro es un lugar especial, una especie de Hogwarts Azkaban para los orogenes, donde sólo pueden permanecer quienes controlan su poder y están siempre rodeados de los Guardianes y su perturbadora presencia. Un orogén ―u orógrata si deseas ser despectivo― es alguien que tiene la capacidad de manipular la energía térmica y cinética para intervenir ―detener, provocar, ampliar― un evento sísmico. En un planeta lleno de puntos calientes, donde estos ocurren constantemente y pueden llevar a una Quinta estación ―donde las leyes dejan de existir y cualquier cosa puede ocurrir.

En el fondo, esto es lo que eres: una criatura pequeña e insignificante. Estos son los cimientos de tu existencia. El Padre Tierra hace bien en despreciarte, pero no te avergüences. Puede que seas un monstruo, pero también eres maravillosa.

Todo esto que les conté ocurre en los primeros 4 capítulos, así que espero que puedan imaginar cómo es el resto del libro. Una de las cosas que se nos cuentan es cómo desde la creación del imperio luego de la Estación de la Locura se le ha enseñado a la gente cómo prepararse para sobrevivir a estos periodos donde la muerte abunda y a la que es prácticamente imposible escapar ―Yumenes es el lugar que ha sobrevivido más estaciones y eso se debe indudablemente a la presencia del fulcro en el lugar― al enseñarles el litoacervo, donde también se les enseña a temer a los Orogenes. Es indudable ―y habría que ser muy obtuso― para no entender desde un primer momento que La quinta estación es una metáfora gigantesca a la discriminación y el daño/miedo/injusticias que esta causa. Te pega de frente y puede ser aplicada a la que elijas: inmigrantes, gente de color, pobres, religiones... es una mezcla de todo y puedes elegir la que prefieras para reemplazarla por los orogenes. La autora facilita aún más la tarea al darte tres etapas de la vida distintas para enfocarte.

La niña, que al ser diferente es dejada a un lado por su familia, que es regalada a un extraño para evitar problemas, que aprende que puede ser diferente mientras sea útil para los poderosos y nunca enfrente o decepcione a aquellos que la controlan. La niña que aprende desde un inicio que nunca tendrá libertad. Luego tienes a la joven que es inteligente, hábil, poderosa e ingenua, pero que para mantener un mínimo de libertad debe permitir que otros dispongan de su cuerpo, que es manipulada por sus carceleros e insultada de frente por ser distinta, a quien ni siquiera le dan la mano porque es más un objeto que persona, que empieza a descubrir las injusticias pero ha sido tan sometida toda su vida que encuentra imposible creer que las cosas podrían ser diferentes. Y después la mujer que se ha mantenido oculta siempre para poder ser aceptada. La mujer que se permite querer y formar una familia a pesar del peligro porque cree que la comunidad la ha aceptado luego de años, pero que ve a su hijo muerto a manos de su pareja por ser distinto, la mujer a quien sus vecinos intentan matar cuando descubren la verdad. La mujer que es más ella cuando está en el camino con alguien que tal vez no es humano que en todos los años que pasó en la comu.

―¿P-por qué? ―Se le entrecorta la voz. Le cuesta respirar. Le parece imposible que ocurra algo así en un camino en medio de la nada, una tarde tranquila y soleada. No lo entiende. Su familia le ha enseñado que el amor es una mentira, que no es macizo como una piedra, que se dobla y desmigaja, que es débil como el metal oxidado. Pero ella pensaba que le gustaba a Schaffa.

―Te quiero ―dice.

Jemisin nos da una, otra y otra escena que ilustra la crueldad de este mundo hacia cualquiera que no encaje en lo que quienes tienen influencias dictaminen. ¿Cómo es posible que quienes tienen más poder que cualquier otro sean los que vivan en el miedo? ¿Cómo lograron manipular y desaparecer documentos para hacer ver a los hijos del Padre Tierra como los monstruos sin que nadie se enterara jamás? Aunque cuesta un poco acostumbrarse a la narración ―no sé si se sentirá de la misma forma en inglés, pero presiento que sí― la autora hila la historia alternando a Essun, Damaya y Sienita y sus viajes en este mundo multirracial donde el sol se ha ocultado y criaturas que comen piedras están caminando junto a los humanos. Donde el cielo está poblado de obeliscos que no parecen tener un propósito pero nunca están ausentes. Donde incluso la sexualidad ilustra la misma gran variedad que observamos día a día tiene protagonismo.

Pero es crueldad lo que marcó el libro para mí. ¿Esa primera aparición de Essun, tapando el cadáver de su hijo de tres años sólo hasta el cuello porque él le tenía miedo a la oscuridad? Jemisin plasmó la ignorancia y crueldad humana sin intentar suavizar el golpe y mantuvo el mismo tono durante cada página del libro. No vengan a La quinta estación a buscar humor o algo "ligero" que leer, porque no es eso lo que van a encontrar. El libro empieza con el fin del mundo y la verdad es que cuando llegas al último capítulo te alegras de que ese fin haya llegado, y a pesar de los giros argumentales ―que, woah, en serio, siento que estaba tan distraída con lo que ocurría que nunca me di el tiempo de imaginar ciertas conexiones― y los elementos de fantasía/CiFi, es fácil difuminar las líneas al extrapolarlo con lo que actualmente vivimos en el mundo real, y esa ficción que pone un foco sobre nuestros problemas pasados y actuales como sociedad se merece sin dudas toda la atención y aplausos que ha recibido ―y continúa recibiendo― por su trilogía.

Tienes que recordar una cosa: el final de una historia no es más que el comienzo de otra. Al fin y al cabo, todo esto ya ha sucedido antes. La gente se muere. Los antiguos órdenes establecidos se acaban. Nacen nuevas sociedades. Y cuando decimos que "esto es el fin del mundo", no es más que una mentira, ya que al planeta no le ha sucedido nada.
Pero así es el fin del mundo.

Otras ediciones


Az ötödik évszak (The Broken Earth, #1)Al cincilea anotimp (Pământul sfărâmat, #1)La Cinquième Saison (Les Livres de la Terre fracturée #1)Quinta Estação (The Broken Earth, #1) 

Oye, no comenté nada del resto de los personajes porque el contador ya iba en +2000 palabras y nadie va a leer tanto, pero igual fui muy fan de Hoa y BastroTengo el segundo libro esperándome y me alegro porque necesito TANTAS RESPUESTAS!

2 comentarios:

  1. Este libro me llama mucho la atención, estuve a punto de comprarlo y lo dejé pasar pero veo que tendré que hacerlo pronto. Gran reseña!
    Saludos!

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  2. Holaaa
    Es un libro maravilloso. Pero para mi el mejor es el 2º, una obra de arte. Qué ganas de tercero uff
    Un besitoo

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