Título: Fue un beso tontoAutora: Megan Maxwell
Publicación:
Editorial: Versátil
Precio en Chile: ---
Precio en Esp: 18,50 €
Amazon: 17,58 €
Tras una serie de fracasos amorosos las Inspectoras de policía Olga Ramos y Clara Viñuelas lo tienen muy claro “para qué un novio, si se pueden tener muchos amigos”. Sin embargo, una serie de circunstancias harán que sus vidas cambien por completo.
Humor, drama, un punto picante y mucho optimismo encontrarás en esta nueva novela de Megan Maxwell.
¡Hola, holaaa! Renazco de las cenizas como un ave fénix de mi enfermedad, pero aparentemente esta semana soy la de la mala suerte como me cantarían Jesse & Joy porque me caí por la escalera ayer, no fue bonito, y estoy segura que algo me hice en la cola y el codo, peeero habrá que esperar hasta el lunes si continúa el dolor para que me vea uno de mis profes :(
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Lo primero que leí de Megan Maxwell fue "Las ranas también se enamoran" que me gustó un montón porque me recordó a esos chick-lit de Sophie Kinsella que me divierten tanto y que creo, no había visto, de la mano de una autora española. Otra de las que sigo es a Lena Valenti, aunque ahí ya vamos por otro género :)
De la mano de Olga y Clara, dos inspectoras del cuerpo de policía trabajando encubiertas en un operativo que se realiza en plena fiesta de homenaje del patriarca de los O'Connors (una fiesta de médicos) comenzamos esta historia, en que el intento de rescate de Olga a un hombre acosado por una chica que no entiende de negativas termina con un beso tonto entre ellos... que nos llevará a vivir una historia con acción, romance y risas por montón.
Olga y Clara son de esas mujeres de armas tomar. No son señoritas de vocabulario remilgado ni mucho menos de esas mujeres que parecen necesitar de un hombre a su lado para sentirse realizadas. Olga ya no cree demasiado en el amor: uno de sus compañeros de trabajo se ha encargado de ello; mientras que Clara no pierde las esperanzas de encontrar a su prícipe azul, aunque eso no significa que se vaya a quedar como princesa encerrada en la torre esperando. Estas dos amigas son de aquellas que se complementan, se equilibran, y su química y diálogos le dan mucho sabor al libro.
—Umm... ¡qué rico! —susurró Clara mientras cogía otro canapé de la bandeja que el guapo camarero ofrecía.—¿A qué te refieres? —sonrió su amiga con disimulo—, ¿al canapé o al camarero?
Mientras que por el otro nos encontramos con Alexandro O'Connors <El pichón>, uno de los cirujanos del hospital que lleva su apellido, y Óscar <El doctor payaso>, médico pediatra y amigo inserparable de Alex. Estos dos hombres encantadores y guapos que están acostumbrados a salirse con la suya en la vida y con las mujeres, caen redondos ante Olga y Clara. Sus personalidades, su forma de hablar, el trato que les dan y sus particulares trabajos no hacen más que atraerlos, pero a la vez, les juegan malas pasadas ya que estas mujeres no son nada sencillas. Estos chicos son sencillos, y es fácil encariñarse con ellos, se toman las cosas con humor y van con su encanto por delante en la vida.
Los hombres se miraron sorprendidos y tras una sonrisa, Alex dijo:
—Pues a mí tus ojos me parecen bonitos, doctor Butler.
—Gracias, doctor O’Connors. Siempre creí que eran parte de mi atractivo.
Si de personajes secundarios se trata (aunque se supone que Clara y Óscar lo son, yo no lo considero así), también tenemos una amplia variedad de opciones. Pepa y Maruja, la abuela de Olga y su vecina son muchas veces unas entrometidas, pero es divertido ver cómo se involucran en el romance de Superwoman y el Pichón, preparando los escenarios y hasta armándoles encerronas. Las hermanas de Alex también forman parte importante de toda esta trama, dándonos un par de sorpresitas que yo no me esperaba y ayudaron a ponerle acción a la cosa. Creo que también es obligatorio mencionar a la madre, una de esas señoras estiradas que se juran la última Coca-cola del desierto, y que por supuesto quiere ver a su hijito solo con la mujer que él elija, que esté a su altura social y económicamente (una pesada al fin y al cabo).
—Ahora mismito meto a esta cabezona en la cama —suspiró la mujer—. Ainsss... alma cántaro, si es que me vas a matar a disgustos —y con picardía dijo—: ¿Te puedes creer que con lo preciosa que es mi nieta no tiene ni novio ni nada?
—¡Abuela! —protestó Olga.
—Será porque ella no quiere —respondió Alex divertido.
—Un hombretón como tú es lo que le conviene a nuestra Olga —asintió la vecina.
—¡Maruja! —gruñó de nuevo Olga.
Las historias de las parejas Olga-Alex/Clara-Óscar son deliciosas de leer y Megan sabe plasmar en su narración las distintas etapas de una relación sentimental (sobre todo esta relación sentimental con esas enormes diferencias sociales y socioculturales, ¡qué eso de que el amor es lo más importante suena lindo pero no hay que olvidar la realidad!), con sus altibajos, dificultades y momentos dulces. Aunque por supuesto la pareja protagonista y en quienes se centra la historia son en Olga y Alex, me hubiera encantado saber más de Clara y Óscar: con sus pullas constantes y esa atracción que chispeaba entre ellos me mantuve esperando más detallitos, sin desviar mi atención de lo principal. Además hay que destacar todo el juego entre sensualidad y romance, que a lo largo del libro logra un equilibrio bastante elegante, sin pecar de exceso ni mal gusto.
—¿Quieres dejar de mirarme el culo? —gritó ella.
—No lo hacía.
—¡Qué asco de tíos! Todos sois iguales...
Sin poder evitarlo, Alex sonrió, pero la sonrisa se le borró cuando ella le tiró algo encima.
—Toma tu chaqueta. Sal de aquí antes de que te eche yo misma a patadas o te meta en el calabozo por colarte en mi casa.
Ahora, pasando a los descuentos, aunque voy a reconocer que uno de los encantos de la novela es la gran variedad de vocabulario que se utiliza a lo largo de la historia, me ralentizó mucho la lectura tener que estar buscando qué significaba una expresión y después de un rato se me hizo bastante pesado aguantarlo; una vez que le agarré el truco estuvo bien, pero sigue siendo un poco excesivo, eso considerando que la novela también se puede comprar por distintos medios en Latinoamérica y acá no utilizamos esas expresiones. El otro detalle es con el final que, habiendo leído ya Las ranas también se enamoran se me hizo bastante predecible, lo que no hizo que me gustara menos, pero sí hubiera esperado algo un poco distinto.
Si eres fanático de Megan Maxwell, Fue un beso tonto se convierte en una lectura obligatoria para ti, donde la amistad, el romance y el humor, mezclado con una cuota de acción y enredos logra cautivar con el mismo estilo de sus anteriores novelas, con guiños constanstes a la cultura pop, y más de un personaje capaz de ganarse nuestro corazón. Si no has leído jamás algo de ella, seguro que esta novela es ideal para que lo hagas.
Puntuación: 4/5
Booktrailer
La autora: Megan Maxwell
Megan Maxwell (1965 Nüremberg, Alemania) es el seudónimo bajo el que escribe Carmen, una romántica empedernida nacida en Alemania, pero criada por su madre y su familia en Madrid.
Durante años trabajó como secretaria, hasta que por causas del destino, un buen día decidió escribir novelas románticas, siendo "Te lo dije" su primera publicación.
En la actualidad, a pesar de haber vivido en distintas zonas geográficas de España, vive a las afueras de Madrid, con su marido, sus dos hijos y su perro.
Web de la autora: http://www.megan-maxwell.com/
Y bueno, ahora sí que me voy a pasear por la blogósfera muy brevemente, seguro me encuentro todo revolucionado con todos estos días que estuve fuera ;)
Besotes, Nicis