The Obelisk Gate • La Tierra fragmentada #2
Nova • 2018 • 400 págs.
La esperada secuela de La quinta estación, ganadora del premio Hugo 2016 a la mejor novela y Notable Book 2015 según el New York Times.
Así es cómo termina el mundo, por última vez.
La estación de descenlaces se vuelve más lúgubre a medida que la civilización se sume en una noche larga y fría.
Essun ha encontrado refugio, pero no a su hija desaparecido. También encuentra a Alabastro De anillado, el destructor del mundo, quién le pide algo que solo ella es capaz de realizar.
«—Las estaciones siempre terminan
—respondes—. El Padre Tierra mantiene su propio equilibrio. Lo que hay que
preguntarse es cuánto van a durar.»
Hace un mes —tal vez un poco menos— leí, me
enamoré y les hablé de La quinta estación en una reseña bastante extensa en la
que me quedaron mil cosas por decir por miedo a spoilear la historia. El portal
de los obeliscos es la segunda parte de la trilogía, el segundo acto que por
fin nos presenta el desarrollo actual de los protagonistas, aunque para eso
disminuye de forma considerable el conflicto y la acción que en contraste
desbordaba la primera parte. Eso no lo hace menos interesante, ya que todo lo
que sucede es necesario para armar un final épico que no sea imposible de
tragar debido a las explicaciones. Pero me estoy adelantando —voy escribiendo
esto en un bus y es difícil hilar ideas en movimiento— y primero hay que
aclarar cosas del libro anterior. Ojo con los spoilers ¡¿Qué hacen aquí si no
han leído el anterior?!
La vez pasada les dije que el libro estaba
contado de forma que te sintieras protagonista y aunque es así, también es
incorrecto —lo siento, no podía destripar la historia. Ahora sabemos que no es
que seas Essun, es que Hoa te está contando la historia como si fueras Essun,
incluídos tus sentimientos y pensamientos. Ahora también sabes que Hoa es un
comepiedras, como la criatura extraña que seguía a Alabastro y se lo llevó en el peor de los momentos. También sabes que
la historia anterior no era sobre tres mujeres —o tal vez sí. Damaya, Sienita y
Essun son una misma persona que te fue mostrando el casi literal cambio de piel sufrido
cada vez que el mundo cambió de forma irrefutable para ti. Damaya terminó
cuando su familia la entregó a Shaffa y él la llevó al fulcro, donde
descubrió cosas que la hicieron poderosa y peligrosa a partes iguales. Entregarse a las
enseñanzas del lugar —a las restricciones y temores— la convirtió en Sienita.
La manera en que funciona la orogenia nunca tuvo sentido, ¿verdad? No debería funcionar. La fuerza de voluntad, la concentración y la percepción no deberían ser capaces de mover montañas. No hay nada igual en el mundo. La gente no puede detener avalanchas con un buen baile ni crear tormentas aguzando el oído. Pero, de alguna manera, siempre has sabido que este elemento estaba ahí, haciendo que tu voluntad se manifestara. Este... lo que quiera que sea.
Sienita fue la estudiante prodigio, la
aprendiz de Alabastro, la amante de Innon y Bastro, la madre de Corin, la que
destruyó una ciudad entera y liberó a un comepiedras de un obelisco. Y Sienita
murió cuando Shaffa llegó al lugar donde su pequeña familia vivía tranquila y destruyó su
mundo por completo —otra vez. Y Essun, ella creía que por fin se había
adaptado, tenía una nueva familia y una vida en la que ya no era una orogén,
hasta que encontró a su hijo menor muerto por los golpes de su esposo. El
problema es que Essun no puede morir, porque Essun es la mujer a quien su hija
conoce y Hoa está seguro de que Nassun todavía está viva en algún lugar.
Buscándola es como llegan a Castrima, la comunidad subterránea donde pierden su
rastro y dónde se ven obligados a permanecer. El lugar donde vuelves a
encontrar a Alabastro: medio muerto y convirtiéndose en piedra luego de haber
iniciado el fin del mundo. Bastro, a quien extrañabas y quién te encarga
terminar lo que él empezó. Bastro, quién te habla de la Luna y cómo el Padre
Tierra ha pasado siglos vengándose de quienes se la arrebataron.
Decides qué tal vez no está tan loco y
puedes volver a ser su alumna, lo quieres y lo odias al mismo tiempo, sabes que
él no te ha perdonado que matarás a su hijo aunque esa fuera la única forma de
evitar su sufrimiento, pero él también te quiere y te extrañó. Y esta vez Hoa
nos habla también de la persona que estuvimos siguiendo el libro pasado, y es
Nassun quién se convierte en la protagonista en paralelo de la historia de
Essun, que ahora es la historia de los obeliscos y la luna. Nassun deseaba ser
acervista —Nassun deseaba ser cualquier cosa que la mantuviera alejada de su
madre— y sus sueños terminaron en el minuto en que entró a su casa para ver a
su padre asesinando a su hermano de 3 años. Desde ese instante se convierte en
la superviviente que su madre ha estado forjando con más violencia de la que hubiéramos
esperado.
Con un padre que pasa constantemente del odio al amor y a quien la niña debe aprender a manipular rápidamente, es nuevamente Shaffa quien aparece a ganarse la confianza y el amor de una orogén que no sabe nada de su potencial, y a diferencia de Essun, Nassun se encuentra con un Shaffa distinto, que ya no es por completo un Guardián y que está decidido a no cometer los errores del pasado con esta niña que le recuerda a alguien a quien recuerda haber querido. Fue gracias a Nassun que evitaron Castrimo y eventualmente llegaron al lugar que buscaba su padre, la luna, donde él cree serán capaces de devolverle a su pequeña. Pero con la dedicación del Guardián y la libertad de no tener a su madre cerca la niña florece en sus habilidades, descubriendo la orogenia de una forma totalmente nueva y atrayendo la atención de personajes que parecen ser una incógnita en este punto de la historia. Mientras tanto Essun aprende de los obeliscos y de la guerra de la que la humanidad ha formado parte desde hace milenios sin haberse dado cuenta.
Debo admitir que El portal de los obeliscos me gustó un poquito —muy poquito— menos que La quinta estación, probablemente porque se siente como si de correr frenéticamente ahora estuviéramos caminando y parando cada ciertos metros a mirar alrededor. Las constantes revelaciones —¡mi sorpresa cuando se reveló que Damaya era Sienita! ¡La muerte horrorosa de Innon!— se vieron cambiadas por momentos de introspección o estrategia militar, diálogos y la amenaza de una batalla. No se lee tan emocionante, ¿verdad? Pero la verdad es que lo es, porque si hay algo que la autora hace bien es meterte en la piel de cada uno de los personajes, confundirte por sus acciones, darte pequeños trozos que te hacen empatizar con ellos y luego gritarte en la cara que no deberías confiar tan fácilmente porque es el fin del mundo —nos lo vienen diciendo desde el principio de todo— y nadie puede ser bueno ni malo cuando todos de un modo u otro sólo están luchando por sobrevivir.
Es difícil leer a Nassun porque todo lo que sabíamos de ella antes es que era el único motivo por el que Essun se mantuvo lúcida y con un objetivo, pero ahora tenemos del otro lado de la historia a una niña de 10 años que no recuerda que su madre le haya dicho que la quiere, y el origen de todo eso está en el deseo de la madre de proteger a la hija de la discriminación que ella siempre vivió de la misma manera en que se lo enseñaron a Sienita. Es fácil sentir la rabia de Essun por ser siempre mirada como algo menos que humano, por siempre tener gente dispuesta a traicionarla, por haber perdido una y otra vez a todas las personas que ha amado por culpa del miedo y la ignorancia del resto. Es fantasía aplicada a la realidad que es la discriminación que millones de personas viven día a día y no hay que olvidarlo sólo porque el contexto aquí incluya obeliscos flotantes, insectos asesinos e inviernos que parecen eternos.
Con esta segunda parte ya leída no puedo decir que me sorprenda la cantidad de alabanzas —y premios— que la autora ha acumulado, entre ellos el premio Hugo a la mejor novela 2016, 2017 y el Nébula 2018, todos por esta trilogía que se ha convertido en una de mis lecturas favoritas de lo que va de este año. ¿Cómo irá a finalizar todo esto? No tengo la menor idea, pero creo que será uno de esos casos en los que es imposible esperar un final feliz para todas las partes. Aunque tenemos más partes del puzzle todavía falta información sobre la guerra, los bandos y las batallas que se avecinan. Nova todavía no anuncia la fecha de publicación para The Stone Sky, pero tengo la esperanza de que sea pronto y que logremos verlo en Chile antes de fin de año, porque no es de Dios dejarnos así de emocionados esperando el descenlace.
Os han quitado demasiadas cosas, una y otra y otra vez, hasta que lo único que os quedaba era esperanza, una esperanza que habéis abandonado porque duele demasiado. Hasta quepreferiríais morir o matar o evitar cualquier apego emocional antes que perder cualquier otra cosa.
Con un padre que pasa constantemente del odio al amor y a quien la niña debe aprender a manipular rápidamente, es nuevamente Shaffa quien aparece a ganarse la confianza y el amor de una orogén que no sabe nada de su potencial, y a diferencia de Essun, Nassun se encuentra con un Shaffa distinto, que ya no es por completo un Guardián y que está decidido a no cometer los errores del pasado con esta niña que le recuerda a alguien a quien recuerda haber querido. Fue gracias a Nassun que evitaron Castrimo y eventualmente llegaron al lugar que buscaba su padre, la luna, donde él cree serán capaces de devolverle a su pequeña. Pero con la dedicación del Guardián y la libertad de no tener a su madre cerca la niña florece en sus habilidades, descubriendo la orogenia de una forma totalmente nueva y atrayendo la atención de personajes que parecen ser una incógnita en este punto de la historia. Mientras tanto Essun aprende de los obeliscos y de la guerra de la que la humanidad ha formado parte desde hace milenios sin haberse dado cuenta.
Debo admitir que El portal de los obeliscos me gustó un poquito —muy poquito— menos que La quinta estación, probablemente porque se siente como si de correr frenéticamente ahora estuviéramos caminando y parando cada ciertos metros a mirar alrededor. Las constantes revelaciones —¡mi sorpresa cuando se reveló que Damaya era Sienita! ¡La muerte horrorosa de Innon!— se vieron cambiadas por momentos de introspección o estrategia militar, diálogos y la amenaza de una batalla. No se lee tan emocionante, ¿verdad? Pero la verdad es que lo es, porque si hay algo que la autora hace bien es meterte en la piel de cada uno de los personajes, confundirte por sus acciones, darte pequeños trozos que te hacen empatizar con ellos y luego gritarte en la cara que no deberías confiar tan fácilmente porque es el fin del mundo —nos lo vienen diciendo desde el principio de todo— y nadie puede ser bueno ni malo cuando todos de un modo u otro sólo están luchando por sobrevivir.
¿Se sentiría mal en caso de hacerle daño por amor? Si le hace mucho daño ahora para que sufra menos a la larga, ¿la convierte eso en una persona horrible?
¿No es ese el verdadero significado del amor?
Es difícil leer a Nassun porque todo lo que sabíamos de ella antes es que era el único motivo por el que Essun se mantuvo lúcida y con un objetivo, pero ahora tenemos del otro lado de la historia a una niña de 10 años que no recuerda que su madre le haya dicho que la quiere, y el origen de todo eso está en el deseo de la madre de proteger a la hija de la discriminación que ella siempre vivió de la misma manera en que se lo enseñaron a Sienita. Es fácil sentir la rabia de Essun por ser siempre mirada como algo menos que humano, por siempre tener gente dispuesta a traicionarla, por haber perdido una y otra vez a todas las personas que ha amado por culpa del miedo y la ignorancia del resto. Es fantasía aplicada a la realidad que es la discriminación que millones de personas viven día a día y no hay que olvidarlo sólo porque el contexto aquí incluya obeliscos flotantes, insectos asesinos e inviernos que parecen eternos.
Con esta segunda parte ya leída no puedo decir que me sorprenda la cantidad de alabanzas —y premios— que la autora ha acumulado, entre ellos el premio Hugo a la mejor novela 2016, 2017 y el Nébula 2018, todos por esta trilogía que se ha convertido en una de mis lecturas favoritas de lo que va de este año. ¿Cómo irá a finalizar todo esto? No tengo la menor idea, pero creo que será uno de esos casos en los que es imposible esperar un final feliz para todas las partes. Aunque tenemos más partes del puzzle todavía falta información sobre la guerra, los bandos y las batallas que se avecinan. Nova todavía no anuncia la fecha de publicación para The Stone Sky, pero tengo la esperanza de que sea pronto y que logremos verlo en Chile antes de fin de año, porque no es de Dios dejarnos así de emocionados esperando el descenlace.
Gracias a Penguin Random House por el ejemplar
Otras ediciones
¡Lean estos libros, por favor! Jemisin es una narradora excelente, sus personajes están fantásticamente construídos y toda la historia es tan humana que es imposible quedar indiferente ante ella. Recomendadísima.
Holaaa
ResponderEliminarUna de mis novelas favoritas, me gustó más que la primera. Ahora ya me estoy muriendo de la ansiedad por el tercero, que no tarde por favor jeje
Un besito
Hola!!! no lo conocía al libro y a la autora, se ve super genial, muchas gracias por esta entrada y darlo a conocer.
ResponderEliminarPD: tu blog me encanto <3 así que aquí tienes una nueva seguidora, si no es molestia te dejo el link del mio por si te quieres pasar http://plegariasenlanoche.blogspot.com/ nos estamos leyendo. Un beso desde Plegarias en la Noche.