Hasta la última palabra, Tamara Ireland Stone
Every Last Word • ÚnicoBlock • 2016 • 368 págs.
Goodreads
Samantha McAllister parece una chica como cualquier otra: guapa, con el maquillaje perfectamente aplicado y el pelo perfectamente peinado. Pero bajo esta superficie se esconde un secreto que sus amigas, las más populares del instituto, jamás deben saber: Sam tiene desorden obsesivo compulsivo y constantemente se ve atacada por pensamientos oscuros y preocupaciones que no puede controlar.
En medio de su constante lucha por mantener unas apariencias que son cruciales para ella, Sam conoce a Caroline, una chica con gran sentido del humor que la introduce en el Rincón de los Poetas. En ese entorno, Sam poco a poco comienza a sentirse más «normal» de lo que jamás se ha sentido… hasta que descubre una nueva razón para dudar de su sensatez y cuestionarse todo aquello que ha valorado hasta el momento.
«Aun así, oigo un pensamiento oculto en los rincones más sombríos de mi mente. No ataca como los demás, pero es aterrador de un modo distinto. Porque es el que nunca desaparece. Y el que más me asusta.
¿Y si estoy loca?»
Tamara Ireland Stone se hizo conocida por su novela YA El tiempo entre nosotros, un libro que se decantaba un poco más por lo fantástico con viajes al pasado y un romance imposible (y su continuación que todavía no leo), pero con Hasta la última palabra —su tercera novela del genéro— se separa de la fantasía para abordar un tema más realista: las enfermedades mentales en los adolescentes.
Los problemas de salud mental siguen siendo poco conocidos por la población en general, la depresión, los trastornos obsesivos-compulsivos, bipolaridad y muchos otros siguen siendo casi un tabú en gran parte de la sociedad por el miedo al qué dirán o a la etiqueta de "loco". Samantha —Sam para quienes comparten con ella en verano, nuestra protagonista— vive 2 vidas. La primera es en la que se siente un poco más libre, en control de sí misma y sucede siempre en los meses de verano, cuando el estrés del colegio no está haciendo estragos en su mente y cuerpo, y no está rodeada del grupo habitual de gente. La "Sam veraniega" le llama Sue, su psicóloga desde hace años. La otra es la Samantha que forma parte de las Alucinantes Ocho, el grupo de amigas —que en realidad son 5— que practicamente gobierna el instituto, y cuya dinámica es menos amistosa de lo que podríamos esperar.
¿Por qué el estrés de Sam durante el año escolar? Porque nadie sabe que lleva años en terapia por un Trastorno Obsesivo Compulsivo. Nadie sabe de sus ataques de pánico, sus espirales de pensamientos destructivos, su incapacidad de dejar de pensar un solo segundo, de las pastillas que debe tomar para controlar incluso sus horas de sueño y sus sesiones semanales con Sue. El miedo a que las Ocho se enteren y la excluyan del grupo es más grande que cualquier otro de sus temores. Sam no quiere estar sola ni que la traten igual de mal que a una de las ex-miembro del grupo. Y entonces aparece Caroline junto a su casillero, una extraña a la que no recuerda haber visto pero que con sus camisetas irónicas y aspecto desaliñado genera una confianza que Sam no ha sentido antes y la lleva a contarle esos secretos que nadie más conoce. Carolin —quien lucha contra la depresión— le promete llevarla a un lugar que cambiará su vida: El rincón de los poetas.
Me encanta cuando llego a un libro sin muchas espectativas y termina siendo una buena experiencia. La historia de Hasta la última palabra me gustó y me llegó de formas inesperadas. El uso de las palabras como un escape de la protagonista y el elenco de secundarios es casi perfecto, e incluso los giros en la trama —que tal vez se dieron demasiado tarde— me causaron sorpresa. Primero tengo que destacar lo más importante de este libro: la autora se educó sobre los problemas de su protagonista y se nota desde el primer momento. Muchas veces mal utilizamos el "TOC" pensando que es la molestia por ver cierta cosa en desorden, o la necesidad de lavarse las manos u otras cosas que en realidad no tienen mucho que ver con el trastorno. Sam se inclina más hacia el aspecto obsesivo que el compulsivo; a veces cierto elemento produce un pensamiento en su cabeza del que no se puede desprender y que le produce un ataque de pánico (dificultad respiratoria, aumento de la frecuencia cardiaca, mareos, sensación de muerte) que luego de años de terapia sabe cómo manejar. Sí, también está obsesionada con el número 3 (no puede detener el auto si el cuenta kilómetros no termina en 3, se entierra las uñas 3 veces, etc.) y eso se puede asemejar un poco más a la idea que tenemos de un TOC.
A medida que se desarrolla la historia es dificil ponerse en su lugar y en todo lo que su problema implica: las mentiras, la incapacidad de llevar a alguien en su auto, la medicación y el miedo constante a verse expuesta al resto del mundo, la ansiedad.La aparición de Caroline y su amistad sin pretenciones ni exigencias son un claro ejemplo de una relación sana y contrasta con la toxicidad a la que se ve expuesta diariamente con su otro grupo de amigas. Si bien la historia me gustó por el contenido en general, es necesario advertir que no está llena de acción y drama, este es el libro sobre cómo una persona comienza a sentirse más cómoda consigo misma de forma paulatina, enfrentándose a su ansiedad mientras continúa con su tratamiento psicológico al mismo tiempo que cuenta con el 200% del apoyo de su familia, y nos hacen falta más historias así, donde todo en la vida es trágico y cambiar con el encuentro del "amor".
Oh, también hay un romance que es bastante adorable y tiene un inicio algo dificil porque Sam no ha sido una niña buena durante toda su vida como chica popular, pero A.J. se convierte en parte fundamental de sus cambios. Aunque todo ese es bonito y no voy a contar spoilers al respecto porque no es la idea, mi parte favorita fueron los integrantes del Rincón de los poetas en general —un sitio secreto ubicado abajo de teatro donde algunas personas pueden compartir sus sentimientos a través del arte, un club que lleva varios años de funcionamiento y donde sólo algunos son invitados— sus historias fueron emotivas y ayudaron a que no todo se centrara en la protagonista. Llegando al final hay una sorpresa que yo no me vi venir jamás de los jamases y todavía sufro un poco cuando lo recuerdo.
En resumen hasta la última palabra es un libro que rompe un poco los esquemas del YA y con poco drama nos cuenta una historia de superación personal con todos sus altos y bajos de manera responsable y cuidadosa. Para mi gusto le falta un poco más de velocidad y de resolución a ciertas cosas, pero la autora hace un trabajo estupendo en ilustrar una faceta del TOC y su impacto en la vida diaria. Si leen el libro, lleguen hasta los agradecimientos finales donde se explican un par de cosas sobre el tratamiento expuesto y cómo la historia está basada en las experiencias de una persona real. Sorpresivo, emocionante e incluso romántico, una buena elección para lecturas de verano 🌞
Los poetas necesitan palabras. Incluso cuando tengo las adecuadas, nunca parezco poder expresarlas.
Me encanta cuando llego a un libro sin muchas espectativas y termina siendo una buena experiencia. La historia de Hasta la última palabra me gustó y me llegó de formas inesperadas. El uso de las palabras como un escape de la protagonista y el elenco de secundarios es casi perfecto, e incluso los giros en la trama —que tal vez se dieron demasiado tarde— me causaron sorpresa. Primero tengo que destacar lo más importante de este libro: la autora se educó sobre los problemas de su protagonista y se nota desde el primer momento. Muchas veces mal utilizamos el "TOC" pensando que es la molestia por ver cierta cosa en desorden, o la necesidad de lavarse las manos u otras cosas que en realidad no tienen mucho que ver con el trastorno. Sam se inclina más hacia el aspecto obsesivo que el compulsivo; a veces cierto elemento produce un pensamiento en su cabeza del que no se puede desprender y que le produce un ataque de pánico (dificultad respiratoria, aumento de la frecuencia cardiaca, mareos, sensación de muerte) que luego de años de terapia sabe cómo manejar. Sí, también está obsesionada con el número 3 (no puede detener el auto si el cuenta kilómetros no termina en 3, se entierra las uñas 3 veces, etc.) y eso se puede asemejar un poco más a la idea que tenemos de un TOC.
—Me obsesionan muchas cosas, como los chicos, mis amigas y cuestiones totalmente aleatorias.... Me aferro a una idea y no puedo dejar de pensar en ella. A veces los pensamientos me bombardean el cerebro y me provocan una crisis de ansiedad. Oh, y me pasa algo extraño con el número 3. Tengo que hacer las cosas 3 veces.
—¿Por qué tres veces?
—No tengo ni idea —respondo sacudiendo la cabeza.
A medida que se desarrolla la historia es dificil ponerse en su lugar y en todo lo que su problema implica: las mentiras, la incapacidad de llevar a alguien en su auto, la medicación y el miedo constante a verse expuesta al resto del mundo, la ansiedad.La aparición de Caroline y su amistad sin pretenciones ni exigencias son un claro ejemplo de una relación sana y contrasta con la toxicidad a la que se ve expuesta diariamente con su otro grupo de amigas. Si bien la historia me gustó por el contenido en general, es necesario advertir que no está llena de acción y drama, este es el libro sobre cómo una persona comienza a sentirse más cómoda consigo misma de forma paulatina, enfrentándose a su ansiedad mientras continúa con su tratamiento psicológico al mismo tiempo que cuenta con el 200% del apoyo de su familia, y nos hacen falta más historias así, donde todo en la vida es trágico y cambiar con el encuentro del "amor".
Oh, también hay un romance que es bastante adorable y tiene un inicio algo dificil porque Sam no ha sido una niña buena durante toda su vida como chica popular, pero A.J. se convierte en parte fundamental de sus cambios. Aunque todo ese es bonito y no voy a contar spoilers al respecto porque no es la idea, mi parte favorita fueron los integrantes del Rincón de los poetas en general —un sitio secreto ubicado abajo de teatro donde algunas personas pueden compartir sus sentimientos a través del arte, un club que lleva varios años de funcionamiento y donde sólo algunos son invitados— sus historias fueron emotivas y ayudaron a que no todo se centrara en la protagonista. Llegando al final hay una sorpresa que yo no me vi venir jamás de los jamases y todavía sufro un poco cuando lo recuerdo.
Los poemas son tontos, desgarradores, hilarantes, tristes y muchos de ellos absolutamente increíbles. Versan sobre personas que no se preocupan lo suficiente y sobre personas que se preocupan demasiado, sobre personas en las que confías y sobre personas que se vuelven en tu contra, sobre detestar las clases, adorar a tus amigos y ver la belleza del mundo. Hay algunos más duros, que tratan de la depresión y la adicción, de la automutilación y de diversas formas de automedicación. Pero la mayoría de ellos versa sobre el amor. De querer alcanzarlo. De echarlo de menos. De sentirlo.
En resumen hasta la última palabra es un libro que rompe un poco los esquemas del YA y con poco drama nos cuenta una historia de superación personal con todos sus altos y bajos de manera responsable y cuidadosa. Para mi gusto le falta un poco más de velocidad y de resolución a ciertas cosas, pero la autora hace un trabajo estupendo en ilustrar una faceta del TOC y su impacto en la vida diaria. Si leen el libro, lleguen hasta los agradecimientos finales donde se explican un par de cosas sobre el tratamiento expuesto y cómo la historia está basada en las experiencias de una persona real. Sorpresivo, emocionante e incluso romántico, una buena elección para lecturas de verano 🌞
—No fui allí a buscarte a ti. Fui a buscarme a mí —respondo en voz suave, baja y temblorosa—. Pero ahora estás aquí, y de algún modo, al encontrarte, creo que me he encontrado a mí misma.
Gracias a Ediciones B por el ejemplar
Otras ediciones
Llevaba con este 3 días intentando terminar de escribir esto porque con lo que está pasando en Chile es imposible concentrarse, sobre todo ahora que los incendios llegaron a mi región :( Si son de aquí y están expuestos a los incendios recuerden 1) mantener la hidratación, 2) protegerse del humo con mascarillas o un paño húmedo, 3) mantener las ventanas cerradas y 4) evitar hacer deporte.
Recuerden que las descompensaciones no son instantáneas y los niños y adultos mayores son los más vulnerables.
Hola hola!
ResponderEliminarVi este libro en varias librerías y me acerqué más de una vez por su hermosa portada pero lo descarté. Tengo ganas de leer algo contemporáneo últimamente, si, pero creo que dejaré pasar esta novela.
Gracias por tu reseña!
Besos,
¡Hola!
ResponderEliminarYo soy de Argentina y estuve viendo lo de los incendios en los noticieros y también hubo un par de incendios considerables acá, pero más al sur. Espero que se mejore todo pronto.
Hace muchísimo tiempo que vengo diciendo que voy a leer a la autora pero nunca lo hago. Este año la voy a leer. Y este libro, que no lo conocía, me súper llamó la atención. Me parece fascinante el tema que utiliza y, nada, espero leerlo pronto.
Gracias por tu reseña. Me encantó.
Un beso enorme.
Muy buena tu entrada y gracias por la recomendacion, y si lo de los incendios lo he visto en las noticias aca en mi pais, espero que se pueda aplacar pronto sin perdidas, Dios los cuide >u<
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