Mi Realidad de Tinta: La luz que no puedes ver (Anthony Doerr)

La luz que no puedes ver (Anthony Doerr)

La luz que no puedes ver, Anthony Doerr

All the Light We Cannot See Único
Suma
2015 664 págs.
Goodreads


Marie-Laure es una joven ciega que vive con su padre en París, donde él trabaja como responsable de las mil cerraduras del Museo de Historia Natural. Cuando los nazis ocupan la capital, padre e hija deben huir a la ciudad amurallada de Saint-Malo, llevándose con ellos la que podría ser la más preciada y peligrosa joya del museo.

Werner es un muchacho huérfano criado en un pueblo minero de Alemania y fascinado por la fabricación y la reparación de aparatos de radio, un talento que no ha pasado desapercibido a las Juventudes Hitlerianas.

Siguiendo al ejército alemán, Werner deberá atravesar el corazón en llamas de Europa. Hasta que, en la última noche antes de la liberación de Saint-Malo, los caminos de Werner y Marie-Laure por fin se cruzan.

Las historias ambientadas en la Segunda Guerra Mundial abundan, solemos leer sobre la vida de judíos en campos de concentración o alemanes que siempre acaban siendo los malos de la historia, pero cuando nos ponemos en la piel de una chica francesa ciega y un huérfano alemán que ama la ciencia, ¿seremos capaces de seguir viendo todo en blanco y negro? Anthony Doerr nos trae una historia entrañable y llena de emociones a lo largo de varios años, lugares y voces. 

Sus manos se mueven incesantemente recolectando información, palpando, haciendo pruebas. Comprende que tocar algo de verdad la corteza de un sicomoro en el parque, una abeja sujeta con alfileres en el Departamento de Entomología, el interior de una vieira exquisitamente pulido en el despacho del doctor Geffard es comenzar a amarlo.

Comenzamos la historia al final de la guerra, nuestros protagonistas están ambos en situaciones desesperadas: Marie está sola en la enorme casa de 6 pisos de Saint-Malo y Warner está en un hotel acompañado de otros dos compañeros mientras que los aliados comienzan a bombardear el lugar para detener a los alemanes. Todo colapsa, todo se destruye, Marie no encuentra sus zapatos y Warner ha olvidado llevar el agua al subterraneo en que deben ocultarse. Entonces volvemos atrás: Marie es una pequeña que vive con su papá y que está perdiendo la vista, de todas formas su padre la lleva todos los días al museo en que trabaja y donde ella puede pasar el tiempo con algunos de sus colegas aprendiendo sobre las reliquias y especialmente los moluscos; es en esta fecha donde Marie aprende sobre la existencia de una piedra extraña que parece estar maldita y nadie puede ver en unos cuantos años. Warner mientras tanto vive en el orfanato de Frau Elena con su hermana menor Jutta, casi todos los días la sube en su carretilla y pasean hasta las minas, el lugar donde murió su padre y que es el destino de todos los chicos cuando se hacen mayores; en estos paseos es donde Warner encuentra una radio que logra recomponer y con la que se dedica a escuchar a un profesor que habla de luz, ondas electromagnéticas y ciencia.

"Niños, el cerebro está envuelto por una oscuridad todal —dice la voz—. Flota en un líquido transparente en el interior del cráneo y jamás recibe luz. Pero a pesar de eso el mundo que construye en nuestra mente está lleno de luz, rebosante de colores y de movimiento. ¿Cómo puede ser que el cerebro, que jamás conoce una chispa de luz, construya en nuestro interior un mundo lleno de luces?"

A medida que los capítulos van avanzando (todos cortos, con cambio en el narrador y saltos en el tiempo) nos vamos enterando de más cosas: Cómo Marie queda totalmente ciega y su papá se encarga de tallarle pequeñas cajas con escondites para descifrar en sus cumpleaños, o su amor por los libros de aventura de Julio Verne, sus frustraciones y la infinita paciencia y amor que sentimos nosotros mismos de parte de su padre. Warner también se ha hecho un nombre entre sus vecinos, un chiquillo que es mejor que hombres maduros para arreglar radios, hecho que le hace destacar y ser recomendado para participar en las juventudes Hitlerianas. Aunque debido a la sinopsis del libro uno espera que los caminos de los muchachos se unan es más un distractor -fuente de ansiedad- que otra cosa, porque es un largo viaje el de los años de la guerra y el impacto que tiene en cada uno de ellos: los viajes para escapar, la pérdida, el miedo, el misterio que se respira en cada una de las páginas... y la impotencia de ver cómo un muchacho se convierte en una marioneta sólo por su infinita curiosidad y ánimos de aprender. El libro está construído de relaciones humanas complejas que nos dejan en caminos inestables a lo largo de la lectura.

—A una chica la han echado hoy de la piscina. A Inger Hachmann. Nos han dicho que no podemos nadar con mestizas, que es poco higiénico. Una mestiza, Warner. ¿No somos nosotros también mestizos? ¿La mitad de nuestra madre y la otra mitad de nuestro padre?

—Quieren decir que es medio judía —dice bajando la voz—, nosotros no somos medio judíos.


—Pero seremos medio algo.

—Somos completamente alemanes, no somos medio nada.

A pesar de todo lo anterior, es una historia no tan gráfica ni "conmovedora" como esperaba. O sea, tener una protagonista ciega y a otro huérfano ya es bastante dramático, sobre todo si le agregamos el factor WWII; pero aunque me mantuvo con un nudo en la garganta constante (en serio, desde el primer capítulo) no llegué a las lágrimas desesperadas que me arrancó La ladrona de libros, por ejemplo. Esta es una historia más tranquila, bonita, fantásticamente construída, con mucha investigación de por medio (la forma en que se mezclan las metáforas de la luz en ambos casos y la ciencia, la física con tanta armonía es algo que no me esperaba y habla maravillas del autor) que es probablemente el motivo de que ganara el Pulitzer de ficción de este año, pero... pero con excepción de eso no tiene algo que la distinga totalmente de todo el resto, lo que me hizo bajarle esa media estrellita.

El segundo regalo es más pesado, está envuelto en papel y atado con un cordel: un enorme libro anillado. En braille.

—Dicen que es para muchachos. O para chicas aventureras. —Ella casi puede oír la sonrisa de su padre.

Desliza la punta de los dedos sobre la página en la que está impreso el título en relieve. La. Vuelta. Al. Mundo. En. Ochenta. Días.

Creo que de todos modos esta historia merece los halagos que ha recibido: hay dedicación detrás de todos los detalles históricos y personajes, es un libro largo que se hace corto, una edición cuidada (gracias por mantener la portada original) y dos historias fantásticas: una que destaca por el misterio que envuelve esa piedra y la otra por el gran cambio y componente emocional que brinda a todo. La luz que no puedes ver es de esos libros que no dejan indiferente al lector y queda dando vueltas por mucho tiempo en nuestra cabeza posterior al término de su lectura. Un consejo: no leerlo en medio de temporada de evaluaciones, estudiar con pena por unos personajes ficticios es lo peor.

Gracias a Penguin Random House por el ejemplar

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¡Llegó noviembre! Crucen los dedos conmigo para que este sea mi último semestre teórico en la U :(

4 comentarios:

  1. Tiene una pinta increíble, me gustó mucho La ladrona de libros, por lo que creo que este también puede gustarme.
    Besos! ;)

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  2. Tengo muchísimas ganas de leerlo, a ver cuando le hago un hueco, porque me gusta que sea una historia distinta sobre la IIGM.

    Besoos!!

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  3. Tengo ganas de leer este libro, parece interesante ^^
    Y la portada es muy bonita.

    Un beso!

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  4. Desde que hace mucho tengo ganas de leer este libro, siempre me ha llamado la atención, es del tipo de historias que suelen gustarme, así que espero poder conseguirlo pronto.

    Saludos :)

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