El pozo de la ascensión, Brandon Sanderson
The Well of Ascension • Nacidos de la bruma #2 • Cosmere #3Nova • 2016 • 784 págs.
Goodreads
Sinopsis con SPOILERS libro #1Durante los últimos mil años, han caído las cenizas y nada florece. Durante mil años, los skaa han sido esclavizados y han vivido sumidos en un miedo inevitable. Durante mil años, el Lord Legislador ha reinado con un poder absoluto gracias al terror y a su divina invencibilidad por la poderosa magia de la "alomancia". Pero vencer y matar al Lord Legislador fue la parte sencilla. El verdadero desafío lo constituirá sobrevivir a las consecuencias de su caída.Tomar el poder tal vez resultó fácil, pero ¿qué ocurre después?, ¿cómo se usa el poder? Una amena reflexión sobre estrategia política y religiosa en el marco de una aventura épica con luchas estilo kung fu gracias a los siempre misteriosos poderes de la alomancia.
«Me llamo Kwaan. Filósofo, erudito, traidor. Soy quien descubrió a Alendi y quien lo proclamó Héroe de las Eras. Soy el que dio comienzo a todo esto.»
¿Imaginé alguna vez que le daría un puntaje tan ¿bajo? a un libro de Sanderson? No, la verdad es que jamás lo esperé. Y no, no es tan terrible dentro de mi orden personal de puntuaciones, pero ¡oh cómo caen los grandes! —en los clichés, triángulos amorosos innecesarios y destrucción del desarrollo de personajes. Tal vez estoy exagerando porque el estilo narrativo sigue ahí, el sistema mágico al que es imposible encontrarle una falla igual, los personajes que destacaron en la primera parte siguen brillando, pero mucho de eso se ve opacado por las malas decisiones en la trama misma y probablemente el motivo por el que demoré 5 meses en retomar el libro. Ojo con los spoilers de la primera parte...
Han pasado dos años desde que la banda organizada por Kelsier logró lo imposible y derrotó al Lord Legislador, quien por 1000 años había gobernado de forma tiránica al pueblo luego de vencer la Profundidad al Ascender, controlando los ejércitos, el ministerio de Acero, la riqueza del atium y otras criaturas que abundan entre las brumas. Aunque Kelsier murió por la causa —sin haberle contado a nadie sus planes— se convirtió en una figura de esperanza para los oprimidos skaa, que actualmente es incluso una religión, y Vin, su discipula nacida de la bruma en la heredera de su legado. Todos se están adaptando a sus nuevos roles como miembros de un gobierno, lo que a veces descoloca a nuestra banda de ladrones, pero que siguen dispuestos a ver realizada la esperanza de Kell.
Aunque el primer libro es fantástico por todo lo que implicó el planear la guerra, entrenar, conocer a la banda, ver cómo Vin aprendía y nos enseñaba al mismo tiempo sus poderes, el misterio de Lord Legislador, la incipiente relación entre Vin y Elend, étc., el pozo nos presenta un problema que si bien se relaciona a todo lo anterior, es de una naturaleza distinta: ¿qué hacemos ahora que tenemos el poder? Y es así que acabamos con una historia de política entre nuestras manos (lo que a mí me gustó mucho, ese no fue mi problema con respecto a EPDLA) —al menos hasta el 70% del libro.
Elend —quien sigue siendo igual de maravilloso que en el libro anterior— es nuestro nuevo e idealistasocialista rey de la dominación central. Sus muchos libros leídos le han llevado a modificar las leyes para dar mucho más poder al pueblo a través de una asamblea que incluye a los antiguos nobles, a los comerciantes y a los skaa. Pero sus ideales de igualdad no son compartidos por todos y desde el principio podemos ver las tensiones entre los grupos y el daño que eso le provoca a la confianza del joven Venture. Su mismo idealismo y honestidad son lo que le acaba costando más de lo que esperaba al ser traicionado por la asamblea, pero ni siquiera eso es suficiente para que Elend pierda las ganas de ayudar y ver sobrevivir a su pueblo, cosa que parece cada vez más difícil.
Si bien la dominación central está asegurada con Luthadel, el resto de las zonas del imperio ha sido dominado por otros oportunistas que se han autoproclamado, como Cett, su antiguo amigo Jester y su propio padre, Straff Venture. Y todos han llegado a las puertas de la ciudad con ejércitos, listos para destruirlo todo y adueñarse del poder del reino a través de las reservas de atium... que nuestros protagonistas no han podido encontrar en todo este tiempo. Estrategias se arman y destruyen en cosa de páginas, nuestro grupo lucha por no ser aplastado y nuevos jugadores —entre ellos un nacido de la bruma y los koloss— reducen cada vez más las probabilidades de Elend de ganar este impasse, aunque tenga a una guardadora enviada por Sazed de su lado entrenándolo en cómo ser un regente.
Vamos a lo desagradable: Zane. Vin se ha autoimpuesto la labor de cuidar de Elend y eso implica asegurarse de que todo va bien en la ciudad... hasta que hay un intento de asesinato en su contra, un movimiento estratégico clave de los otros reyes para debilitar el gobierno. Pero durante la pelea es auxiliada por un extraño, un nacido de la bruma que no usa capa y parece tener un gran nivel de habilidad. Sin hablar demasiado —con frases crípticas cuado llegan a hacerlo— y con "sesiones de entrenamiento" que incluyen golpes y más golpes Vin y Zane comienzan a hacerse más cercanos, y poco a poco van surgiendo dudas en nuestra protagonista sobre su rol en el gobierno, su posición junto a Elend y sus habilidades, sobre todo ahora que tiene a alguien diciéndole constantemente que podría ser libre si así lo quisiera.
WHAT THE FUCK. Ok Sanderson, quieres a un nuevo nacido de la bruma para hacer todo más interesante, ok. ¿Pero era necesario el pseudo triángulo amoroso abusivo? ¿Era necesario tirar por la borda todo el progreso de Vin en una sola escena en el capítulo 43? (juro que quería tirar el libro lejos en ese momento y seguía esperando, a medida que leía cada línea, que Vin se diera la vuelta y se alejara). Zane tenía potencial la verdad —la voz, esa flecha que se nombre brevemente, la locura—, pero se desperdicia al convertirlo en nada más que un factor de duda en Vin. Lo peor es que eso arrastra la historia durante más de la mitad del libro y acaba restándole demasiados puntos: por previsible, por cliché, por innecesario, porque no es a lo que Sanderson me tiene acostumbrada.
El problema, el gran problema, es que una vez que logramos superar a Zane queda muy poco del libro por delante y todo se siente apresurado y confuso, especialmente cuando llevan medio libro hablándonos de una figura mitíca de la que en realidad nadie sabe demasiado. Cada vez que había una pelea/batalla yo pensaba ¡SÍ!, porque ahí es donde la historia brillaba y me recordaba al autor de siempre. Con los estudios de Sazed y Tindwyl y el constante estado de confusión en que me mantenían. Con las teorías sobre el Héroe de las eras y el pasado de Alendi, que nunca parece ser correcto. Con los Kandras y sus reglas, y los Koloss y su piel azul colgante que les permite crecer de forma desmesurada, convirtiéndolos casi en bestias que sólo desean saciar su sed de sangre y muerte. Con los miles de cambios de Elend y las interacciones de Dox, Clubs, Brisa, Ham y Fantasma. Todo eso fue lo que acabó rescatando la historia de ser un desperdicio total.
Me acabo de dar cuenta que no he hablado nada del pozo en sí, pero ¿la verdad es que pasa a ser algo casi anecdótico? O sea, es relevante pero en una escala mucho menor de lo que esperaba así que no tengo mucho que decir de eso. Mejor enfocarse en el héroe de las eras, quien fue profetizado en Terris para ser el salvador... ¿soy la única que espera que el héroe no sea la opción requete más que obvia, sobre todo después de este libro? Mal que mal todavía no sabemos cuál es la profecía realmente correcta y con estas brumas que ahora son capaces de asesinar vamos a necesitar sí o sí a alguien que nos salve.
El pozo de la ascensión es 40% enredos políticos/asedios (YES!) 40% teleserie (BUUU) y 20% acción (YES otra vez!), y esa mezcla genera una notable caída respecto a su predecesor El imperio final. Falta Kelsier, el personaje que era capaz de hacer cualquier escena interesante y el intento de cubrir su puesto con la figura de Zane is a fucking mess. Tengo todavía por leer El héroe de las eras —y le tengo fe porque el universo entero ha amado ese libro— pero espero que desde ahora en adelante Sanderson se mantenga lejos del melodrama al estilo crepúsculo, porque claramente no le resulta. Quiero ver más de Marsh, más de Sazed que fue nuevamente un favorito, quiero ver a Brisa sonreír, quiero ver a la Vin que me gusta de verdad, quiero un final a la altura de mis expectativas. ¿Es mucho pedir?
—Los libros tienen gran valor.
—Las acciones tienen más.
Han pasado dos años desde que la banda organizada por Kelsier logró lo imposible y derrotó al Lord Legislador, quien por 1000 años había gobernado de forma tiránica al pueblo luego de vencer la Profundidad al Ascender, controlando los ejércitos, el ministerio de Acero, la riqueza del atium y otras criaturas que abundan entre las brumas. Aunque Kelsier murió por la causa —sin haberle contado a nadie sus planes— se convirtió en una figura de esperanza para los oprimidos skaa, que actualmente es incluso una religión, y Vin, su discipula nacida de la bruma en la heredera de su legado. Todos se están adaptando a sus nuevos roles como miembros de un gobierno, lo que a veces descoloca a nuestra banda de ladrones, pero que siguen dispuestos a ver realizada la esperanza de Kell.
Cuando no puedes tener a la vez libertad y seguridad, ¿qué eliges?
Aunque el primer libro es fantástico por todo lo que implicó el planear la guerra, entrenar, conocer a la banda, ver cómo Vin aprendía y nos enseñaba al mismo tiempo sus poderes, el misterio de Lord Legislador, la incipiente relación entre Vin y Elend, étc., el pozo nos presenta un problema que si bien se relaciona a todo lo anterior, es de una naturaleza distinta: ¿qué hacemos ahora que tenemos el poder? Y es así que acabamos con una historia de política entre nuestras manos (lo que a mí me gustó mucho, ese no fue mi problema con respecto a EPDLA) —al menos hasta el 70% del libro.
No te preocupes si no das a la gente lo que quiere. Dale quien eres, y que eso sea suficiente.
Elend —quien sigue siendo igual de maravilloso que en el libro anterior— es nuestro nuevo e idealista
—Mi querido amigo —comentó Brisa—. Cuando nos has dicho que tenías que «ir a consultar unas cuantas citas importantes» podrías habernos advertido que planeabas estar fuera dos horas enteras.
—Sí, bueno, he perdido la noción del tiempo…
—¿Durante dos horas?
Elend asintió mansamente.
—Había libros de por medio.
Si bien la dominación central está asegurada con Luthadel, el resto de las zonas del imperio ha sido dominado por otros oportunistas que se han autoproclamado, como Cett, su antiguo amigo Jester y su propio padre, Straff Venture. Y todos han llegado a las puertas de la ciudad con ejércitos, listos para destruirlo todo y adueñarse del poder del reino a través de las reservas de atium... que nuestros protagonistas no han podido encontrar en todo este tiempo. Estrategias se arman y destruyen en cosa de páginas, nuestro grupo lucha por no ser aplastado y nuevos jugadores —entre ellos un nacido de la bruma y los koloss— reducen cada vez más las probabilidades de Elend de ganar este impasse, aunque tenga a una guardadora enviada por Sazed de su lado entrenándolo en cómo ser un regente.
—Los hombres sobre los que leí, Sazed, no eran hombres que se sentaran a planear la mejor manera de esconderse. Lucharon, buscaron la victoria. A veces fueron intrépidos… y otros hombres los llamaron locos. Sin embargo, al final, fueron esos hombres los que cambiaron las cosas.
Vamos a lo desagradable: Zane. Vin se ha autoimpuesto la labor de cuidar de Elend y eso implica asegurarse de que todo va bien en la ciudad... hasta que hay un intento de asesinato en su contra, un movimiento estratégico clave de los otros reyes para debilitar el gobierno. Pero durante la pelea es auxiliada por un extraño, un nacido de la bruma que no usa capa y parece tener un gran nivel de habilidad. Sin hablar demasiado —con frases crípticas cuado llegan a hacerlo— y con "sesiones de entrenamiento" que incluyen golpes y más golpes Vin y Zane comienzan a hacerse más cercanos, y poco a poco van surgiendo dudas en nuestra protagonista sobre su rol en el gobierno, su posición junto a Elend y sus habilidades, sobre todo ahora que tiene a alguien diciéndole constantemente que podría ser libre si así lo quisiera.
—Tengo que tomar decisiones. Y no importa qué opción elija, significará un final.
OreSeur siguió un momento con la cabeza ladeada, callado.
—Ama —dijo por fin—, eso me parece extremadamente dramático.
WHAT THE FUCK. Ok Sanderson, quieres a un nuevo nacido de la bruma para hacer todo más interesante, ok. ¿Pero era necesario el pseudo triángulo amoroso abusivo? ¿Era necesario tirar por la borda todo el progreso de Vin en una sola escena en el capítulo 43? (juro que quería tirar el libro lejos en ese momento y seguía esperando, a medida que leía cada línea, que Vin se diera la vuelta y se alejara). Zane tenía potencial la verdad —la voz, esa flecha que se nombre brevemente, la locura—, pero se desperdicia al convertirlo en nada más que un factor de duda en Vin. Lo peor es que eso arrastra la historia durante más de la mitad del libro y acaba restándole demasiados puntos: por previsible, por cliché, por innecesario, porque no es a lo que Sanderson me tiene acostumbrada.
Había vivido con miedo tanto tiempo que había llegado a considerarlo tan natural como la ceniza, el sol y la tierra misma.
El problema, el gran problema, es que una vez que logramos superar a Zane queda muy poco del libro por delante y todo se siente apresurado y confuso, especialmente cuando llevan medio libro hablándonos de una figura mitíca de la que en realidad nadie sabe demasiado. Cada vez que había una pelea/batalla yo pensaba ¡SÍ!, porque ahí es donde la historia brillaba y me recordaba al autor de siempre. Con los estudios de Sazed y Tindwyl y el constante estado de confusión en que me mantenían. Con las teorías sobre el Héroe de las eras y el pasado de Alendi, que nunca parece ser correcto. Con los Kandras y sus reglas, y los Koloss y su piel azul colgante que les permite crecer de forma desmesurada, convirtiéndolos casi en bestias que sólo desean saciar su sed de sangre y muerte. Con los miles de cambios de Elend y las interacciones de Dox, Clubs, Brisa, Ham y Fantasma. Todo eso fue lo que acabó rescatando la historia de ser un desperdicio total.
Otros hombres son fuertes como ladrillos, firmes, inflexibles, pero si los golpeas lo suficiente, se rompen. Tú… tú eres fuerte como el viento. Siempre ahí, dispuesto a doblarte, pero sin disculparte nunca por las veces que debías ser firme.
Me acabo de dar cuenta que no he hablado nada del pozo en sí, pero ¿la verdad es que pasa a ser algo casi anecdótico? O sea, es relevante pero en una escala mucho menor de lo que esperaba así que no tengo mucho que decir de eso. Mejor enfocarse en el héroe de las eras, quien fue profetizado en Terris para ser el salvador... ¿soy la única que espera que el héroe no sea la opción requete más que obvia, sobre todo después de este libro? Mal que mal todavía no sabemos cuál es la profecía realmente correcta y con estas brumas que ahora son capaces de asesinar vamos a necesitar sí o sí a alguien que nos salve.
Él creó reinos, y luego los destruyó mientras creaba el mundo de nuevo. Nos equivocamos con su género.
El pozo de la ascensión es 40% enredos políticos/asedios (YES!) 40% teleserie (BUUU) y 20% acción (YES otra vez!), y esa mezcla genera una notable caída respecto a su predecesor El imperio final. Falta Kelsier, el personaje que era capaz de hacer cualquier escena interesante y el intento de cubrir su puesto con la figura de Zane is a fucking mess. Tengo todavía por leer El héroe de las eras —y le tengo fe porque el universo entero ha amado ese libro— pero espero que desde ahora en adelante Sanderson se mantenga lejos del melodrama al estilo crepúsculo, porque claramente no le resulta. Quiero ver más de Marsh, más de Sazed que fue nuevamente un favorito, quiero ver a Brisa sonreír, quiero ver a la Vin que me gusta de verdad, quiero un final a la altura de mis expectativas. ¿Es mucho pedir?
Gracias a Ediciones B y Penguin Random House por el ejemplar
Otras ediciones
Como luego de esta decepción no quería empezar El héroe de inmediato retomé The Bell Jar anoche y ahora I'm darkness. Seguiré con mi #SeptiembreMistborn, así que espero quedar al día con la serie este mes :D
Hola :)
ResponderEliminarHace poco terminé de leer la trilogía entera y terminé amándola a pesar de ciertas cosas que no me convencieron de esta segunda entrega.
A mi lo que no me convenció fue el final, no sé ... SPOILER sentí forzado que Elend se conviertiera en alomántico, no sé si era necesario (aunque en el 3ro sí se hace uso de ello) pero ... realmente Elend tenía que serlo obligatoriamente??? esa parte fue la que menos me gustó. Y luego la decisión de Vin en el Pozo ... tampoco me convenció, no sé ¿qué hubiera pasado si Vin hubiera aceptado ese poder? sinceramente yo esperaba que se hiciera del poder y que no escapara para no ser la típica heroína.
Lo demás estuvo muy bueno, y a diferencia de ti sí me gustó bastante Zane, no sé, tal vez porque me hacía acordar un poco a Kelsier y me dio un poco de nostalgia :? no sé :)
Con la tercera entrega creo que mejora bastante y le vuela la cabeza al lector :)
Un beso grande.
Nicis!
ResponderEliminarAun no leo este libro, me leí el año pasado el primero si, asi que leí por encima no mas tu reseña para evitar spoiler :x
Igual me dio lata leer que era mejor el primero, auqn ya me lo esperaba ya que Kelsier era mi personaje favorito :/
Saludos!!