Fuse · Puro #2Fusión · Julianna Baggott
Roca (RHM) · 2013 · 480 pág.
Compra en · Chile · España · Booky
Goodreads
«Queremos que se nos devuelva a nuestro hijo.
Esta chica es la prueba de que podemos salvarlos a todos.
Si se niegan a escuchar nuestra petición, mataremos a nuestros rehenes. Uno por uno.»
Un puro es un ser perfecto, un ser al que no lo afectaron las detonaciones que arrasaron la tierra y que vive protegido en el paraíso de la Cúpula. Pero Perdiz escapó al mundo exterior, donde los miserables luchan por la supervivencia entre humo y ceniza.
Ahora, las órdenes del padre de Perdiz, quien quiere que su hijo vuelva a la Cúpula, están desencadenando oleadas de horrores para los miserables. Sin embargo, Perdiz tiene amigos. Un pequeño grupo unido contra el poder de la Cúpula: Lyda, la guerrera; Bradwell, el revolucionario; Il Capitano, guardia; y Pressia, la joven que está ligada a él de una manera que ninguno de los dos hubiera podido imaginar. Juntos serían capaces de salvar millones de vidas inocentes.
Puede contener spoliers de Puro (ver reseña)
«Puede que seamos unos depravados, sí, pero también seres capaces de una ternura, una bondad y una belleza asombrosa. Tal vez seamos humanos imperfectos, pero seguimos siendo buenos, ¿no es cierto?»
Las segundas partes pueden ser buenas aunque la leyenda diga otra cosa y en este caso en particular Fusión lo demuestra con creces. Si en Puro recibimos una introducción a este mundo de seres humanos "puros" y "miserables" acá nos vamos directo a lo que nos interesa, sin que por eso la narración pierda ese toque descriptivo a veces medio poético, a veces rozando lo macabro que caracteriza la historia en el primer libro.
Comenzamos en este libro con las consecuencias de las rebelaciones al final de Puro: Perdiz y Lyda se han separado del grupo por seguridad y Pressia, Il Capitano y Bradwell han dado un nuevo giro a la ORS, ese cuerpo militar que abusaba de quienes estaban fuera de la cúpula, obligándolos a unirse a sus filas o usándolos como presas de caza. Il Capitano, fusionado a su hermano menor Helmud, ha sido desde siempre la cara visible de todo esto, pero su evolución hacia un personaje si bien no más amable, sí más preocupado de lo que sus amigos piensen de él y los sacrificios que está dispuesto a hacer porque logren su cometido. Il Capitano en el primer libro fue uno de mis personajes favoritos y en esta segunda parte no se queda atrás, pero la sorpresa de todo la da Helmud quien comúnmente no hace más que repetir las mismas frases (o palabras) que su hermano y que nos demuestra su ingenio, su individualidad a pesar de no ser más que una carga forzada para su hermano. Helmud se revela como un ser con sus propias ideas y habilidades en los momentos más inesperados.
Pressia, nuestra protagonista miserable, fusionada con la cabeza de una muñeca ha evolucionado también y luego de los acontecimientos al final de Puro carga con nuevas cicatrices internas además de nuevas ansias de descubrir más cosas sobre su niñez. Tengo que reconocer que varias veces tuve ganas de darle una buena sacudida, pero luego recordaba sus circunstancias y se me pasaban las ganas. Pressia a pesar de todo sigue siendo una adolescente que siente impulsos egoístas y los sigue, a lo largo del libro la vemos luchar con sus ideales y cómo la influencia de otras personas los han ido cambiando poco a poco, generando importantes conflictos interiores en su vida. Bradwell sigue siendo el mismo revolucionario, el corazón mismo de quienes desean derrocar a la cúpula y me pasa que me siento ¿identificada? con sus palabras e ideales, que fácilmente se pueden adaptar a distintas situaciones de injusticia social que se viven actualmente, es el único de los principales que no tiene su propio POV y por lo mismo cuesta más conectar con él.
Perdiz es quien más me ha cabreado (en un buen sentido supongo, es mejor que me cabree a que me sea indiferente). No sé cómo entrar en su personaje sin adelantar nada, pero gran parte de su intervención en Fusión es en solitario ya que le corresponde comenzar a asumir su papel dentro de esta revelión, para lo que debe enfrentarse a quienes le han hecho daño al interior de la cúpula. Sus decisiones en todo este proceso no me agradaron y me asusta pensar en las cosas que puedan desencadenar, especialmente para sus amigos y Lyda. Lyda, personaje que no me simpatizó nada el libro anterior por toda su obsesión e instalove se ha ganado mi absoluto respeto. La chica delicada de la cúpula ha descubierto lo que es la libertad y no piensa abandonarla, aunque eso signifique separarse de quienes ama. Las madres (mujeres de los suburbios que por estar con sus hijos pequeños al momento de las Detonaciones quedaron fusionadas con ellos) vuelven a jugar un papel importantísimo durante toda la historia de Lyda y aunque a veces me causen un poquito de escalofríos (junto a los terrones y sus muchos ojos) no deja de impresionarme la imaginación de Baggott para crear todo esto.
Aunque en este libro ya no están esas descripciones del momento de las detonaciones, la autora juega con la idea de cómo sitios como parques de diversiones, barrios residenciales e incluso El Capitolio han quedado luego de ellas y los horrores que ocultan a simple vista o bajo tierra. El protagonismo de lo que está sucediendo al interior de la cúpula es mínimo en comparación al libro anterior, lo que deja con bastantes interrogantes respecto a lo que están planeando hacer realmente con la gente del exterior. Aunque parte con un ritmo algo lento, una vez que la historia "despega" ya no hay descanso y la acción y las pausas se mezclan de una forma que te permete asimilar (casi siempre) lo que está sucediendo. El último tercio del libro está LLENO de sorpresas. En serio, era una cosa tras otra y mi boca no se cerraba por cada cosa que le sucede a nuestro grupo de protagonistas.
Se dispone a abrir la boca para llamar a las dos figuras de los sacos, pero no consigue abrirla del todo; es como si le hubiesen dado un par de puntadas en las comisuras de los labios, como si se las hubieran lacerado. ¿Y qué va a decir? No le vienen las palabras a la cabeza. No es capaz de ponerlas en orden ni articularlas. Por fin consigue gritar, pero la única palabra que surge de su boca es "Queremos".
Comenzamos en este libro con las consecuencias de las rebelaciones al final de Puro: Perdiz y Lyda se han separado del grupo por seguridad y Pressia, Il Capitano y Bradwell han dado un nuevo giro a la ORS, ese cuerpo militar que abusaba de quienes estaban fuera de la cúpula, obligándolos a unirse a sus filas o usándolos como presas de caza. Il Capitano, fusionado a su hermano menor Helmud, ha sido desde siempre la cara visible de todo esto, pero su evolución hacia un personaje si bien no más amable, sí más preocupado de lo que sus amigos piensen de él y los sacrificios que está dispuesto a hacer porque logren su cometido. Il Capitano en el primer libro fue uno de mis personajes favoritos y en esta segunda parte no se queda atrás, pero la sorpresa de todo la da Helmud quien comúnmente no hace más que repetir las mismas frases (o palabras) que su hermano y que nos demuestra su ingenio, su individualidad a pesar de no ser más que una carga forzada para su hermano. Helmud se revela como un ser con sus propias ideas y habilidades en los momentos más inesperados.
Pressia, nuestra protagonista miserable, fusionada con la cabeza de una muñeca ha evolucionado también y luego de los acontecimientos al final de Puro carga con nuevas cicatrices internas además de nuevas ansias de descubrir más cosas sobre su niñez. Tengo que reconocer que varias veces tuve ganas de darle una buena sacudida, pero luego recordaba sus circunstancias y se me pasaban las ganas. Pressia a pesar de todo sigue siendo una adolescente que siente impulsos egoístas y los sigue, a lo largo del libro la vemos luchar con sus ideales y cómo la influencia de otras personas los han ido cambiando poco a poco, generando importantes conflictos interiores en su vida. Bradwell sigue siendo el mismo revolucionario, el corazón mismo de quienes desean derrocar a la cúpula y me pasa que me siento ¿identificada? con sus palabras e ideales, que fácilmente se pueden adaptar a distintas situaciones de injusticia social que se viven actualmente, es el único de los principales que no tiene su propio POV y por lo mismo cuesta más conectar con él.
—Todavía conservo el recuerdo de quién era y quiero que esa persona exista, quiero ser del todo yo.
—Ya lo eres. Y este es quien soy yo, con cicatrices y pájaros en la espalda. Sigo estando entero y me acepto como soy. Te pasas la vida viendo belleza a tu alrededor, en medio de todo este desastre, pero ¿cuándo piensas verla en ti misma?
Perdiz es quien más me ha cabreado (en un buen sentido supongo, es mejor que me cabree a que me sea indiferente). No sé cómo entrar en su personaje sin adelantar nada, pero gran parte de su intervención en Fusión es en solitario ya que le corresponde comenzar a asumir su papel dentro de esta revelión, para lo que debe enfrentarse a quienes le han hecho daño al interior de la cúpula. Sus decisiones en todo este proceso no me agradaron y me asusta pensar en las cosas que puedan desencadenar, especialmente para sus amigos y Lyda. Lyda, personaje que no me simpatizó nada el libro anterior por toda su obsesión e instalove se ha ganado mi absoluto respeto. La chica delicada de la cúpula ha descubierto lo que es la libertad y no piensa abandonarla, aunque eso signifique separarse de quienes ama. Las madres (mujeres de los suburbios que por estar con sus hijos pequeños al momento de las Detonaciones quedaron fusionadas con ellos) vuelven a jugar un papel importantísimo durante toda la historia de Lyda y aunque a veces me causen un poquito de escalofríos (junto a los terrones y sus muchos ojos) no deja de impresionarme la imaginación de Baggott para crear todo esto.
Ahora, sin embargo, lo mira y piensa que no existe ningún "nosotros". Cada uno es un individuo. Es extraño que se dé cuenta de todo eso justo ahí, entre las madres, entre gente fusionada entre sí. Pero es eso: todo el mundo está solo durante toda su vida, y tal vez ni siquiera sea algo tan horrible.
Aunque en este libro ya no están esas descripciones del momento de las detonaciones, la autora juega con la idea de cómo sitios como parques de diversiones, barrios residenciales e incluso El Capitolio han quedado luego de ellas y los horrores que ocultan a simple vista o bajo tierra. El protagonismo de lo que está sucediendo al interior de la cúpula es mínimo en comparación al libro anterior, lo que deja con bastantes interrogantes respecto a lo que están planeando hacer realmente con la gente del exterior. Aunque parte con un ritmo algo lento, una vez que la historia "despega" ya no hay descanso y la acción y las pausas se mezclan de una forma que te permete asimilar (casi siempre) lo que está sucediendo. El último tercio del libro está LLENO de sorpresas. En serio, era una cosa tras otra y mi boca no se cerraba por cada cosa que le sucede a nuestro grupo de protagonistas.
Con algunos nuevos personajes y situaciones QUE JAMÁS ME ESPERÉ (además de un final con esencia a cliffhanger), Fusión se consolida como una gran segunda parte donde los cambios y sacrificios son imprescindibles, donde todas las decisiones son difíciles y pueden marcar la diferencia entre lo que está bien y mal, entre la vida y lo lejos que seríamos capaces de llegar para evitar la muerte y proteger a nuestros seres queridos.
Gracias a RHM por el elemplar
Julianna Baggott
Julianna
Baggott es novelista, ensayista y poeta. También escribe bajo
seudónimos Bridget Asher y N E Bode. Ha publicado dieciséis libros en
los últimos diez años. Su carrera empezó cuando a los veintidós se editó
su primer libro, justo después de licenciarse en la universidad. Su
obra ha sido traducida a más de treinta lenguas. Vive en Florida con su
marido y sus cuatro hijos donde enseña escritura creativa en la
universidad del estado.
Web de la autora: http://juliannabaggott.com/
Otras Portadas
¿Ustedes ya leyeron Puro? ¿Les llama la atención esta trilogía distópica cuyo final se publicará el próximo año?
¡Se viene #FILSA2013!
A mi me encanto! es mucho mejor que el primero. Espero que salga el último no puedo esperar hasta el año que viene D:
ResponderEliminarUn beso!
bUFF LASTIMA no poder leerla bien porque no he leido puro >-<
ResponderEliminarLa he leído por encima pues aún no termino Puro :c Espero que me guste también y que bueno que sea una excelente continuación. Puro me está gustando mucho, esas descripciones, las escenas, uff! Genial.
ResponderEliminarTengo que empezar está saga porque tiene buenísimas criticas y me llama mucho la atención n.n
ResponderEliminarBesos!
Tengo muchas ganas de leer esta saga, tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarSaludos
Tengo esta saga pendiente, espero ponerme pronto con ellos.
ResponderEliminarUn beso
Puro me encantó, y creo que Fusión será genial.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, siempre es una buena noticia que las sagas no decaigan =)
Besos!
No me llama mucho la atención. Creo que lo dejo pasar.
ResponderEliminarBesos
Yo quiero leer puro desde hace tiempo, haber si me animo pronto.
ResponderEliminarHola!! bueno, yo empece puto! me qede en la pagina mas o menos 16, y me aburrio bastante, pero veo que hay muchas personas que hablan bien del libro asi que creo que retomare mi lectura!! Besos te espero
ResponderEliminar¿porque? ¿porque tienen que exstir libros tan perfectos?
ResponderEliminarmuero por leerlo:)
Hola! muy buena la reseña. quisiera saber si en Fusión hay escenas románticas como en Puro. muchas gracias!
ResponderEliminar