Los huesos del escriba (Brandon Sanderson)

Los huesos del escriba, Brandon Sanderson

The Scrivener's Bones • Alcatraz contra los bibliotecarios malvados #2
Blok • 2016 • 328 págs.
Goodreads

En su segunda escaramuza contra los Bibliotecarios Malvados que rigen el mundo, Alcatraz y su singular pandilla de luchadores siguen las huellas del abuelo Smedry hasta la antigua y misteriosa Biblioteca de Alejandría. Los habitantes de las Tierras Silenciosas, —las regiones controladas por los Bibliotecarios, como Canadá, Europa y Estados Unidos— creen que la biblioteca fue destruida hace tiempo. Los habitantes los Reinos Libres conocen la verdad: la Biblioteca de Alejandría todavía existe y es uno de los lugares más peligrosos del planeta. Es el lugar en que habitan unos de los Bibliotecarios más temibles: los Conservadores, una secta de muertos vivientes que se alimentan de almas. ¿Lograrán Alcatraz y sus amigos rescatar al abuelo Smedry y salir de allí con vida?

«La gente ya no lee. Y, cuando lo hace, no lee libros como este, sino libros deprimentes, porque cree que esos libros son importantes.»

Alcatraz Smedry está de regreso y nos trae un libro lleno de nuevas verdades para abrirnos los ojos y ayudarnos a reconocer las mentiras que los malvados bibliotecarios han estado diciéndonos durante toda nuestra vida en las Tierras Silenciadas a.k.a el lugar en que vivimos quienes no sabemos que en realidad la tierra tiene más países de los que creemos, el cristal es el motor de toda la tecnología y la pelusa del ombligo en realidad tiene mucho valor.

No todos los Bibliotecarios son malvados miembros de un culto. Algunos Bibliotecarios son muertos vivientes vengativos que quieren chuparte el alma.

Si todavía no han leído el primer libro de Alcatraz contra los bibliotecarios malvados las cosas que serán mencionadas aquí podrían impactarlos. Primero, tenemos que tener en claro que aunque nuestro narrador sabe ahora sobre su talento como oculantista Smedry —romper todo tipo de cosas— sigue siendo la mala persona que menciona repetidamente aunque nosotros creamos lo contrario. Luego de sus aventuras en el primer libro Alcatraz está listo para viajar a las Tierras Libres con su abuelo y comenzar a conocer mejor su herencia y al resto de su familia, pero de todas formas se sorprende cuando lo pasan a buscar en nada más y nada menos que un gigantesco dragón de cristal.

Aunque la sorpresa en realidad es otra. Su abuelo llega tarde otra vez —su talento de Smedry manifestándose como siempre— y es Bastille, acompañada de tres desconocidos quien pasa a recogerlo. La primera persona en destacar es la madre de Bastille, quien es la nueva persona a cargo de la protección de los Smedry luego de que su hija "fallara" y destruyera su espada, motivo por el que ha sido rebajada a escudera y está siendo constantemente supervisada. También es nueva en el equipo Australia Smedry, quien tiene el talento de verse muy fea cuando despierta —lo gracioso es recordar que los bibliotecarios le han puesto nombres de Smedry a todas las cárceles de las tierras silenciadas, pobre Australia :C— y Kazan alias "Kaz" Smedry, con el peculiar talento de poder perderse en cualquier lugar. Kaz además tiene una lista con los motivos de por qué es genial ser bajo que probablemente pegaré en mi pared, thanks!

—¡Bueno! —dijo mientras examinaba la playa—. ha sido interesante, qué duda cabe. ¿Algún muerto? Que levante la mano.

—¿Y si me siento como si estuviera muerta? —preguntó bastille mientras se quitaba la chaqueta.

—Pues levanta solo un dedo —respondió Kaz mientras caminaba por la playa hacia nosotros.

Mejor no os cuento qué dedo levantó.

El problema inmediato es que el abuelo no simplemente está retrasado... está desaparecido. Alcatraz logra comunicarse brevemente con él y descubrir que está en la biblioteca de Alejandría —sí, esa que los bibliotecarios nos han hecho creer que fue quemada por completo hace varios siglos— donde tal vez se encuentre el mismísimo padre de Alcatraz. El segundo problema es que alguien de la Orden de los Huesos del escriba —bibliotecarios realmente malos y extraños— está disparándole al Dragonauta y todos están a punto de morir antes de poder llegar a su destino, o sea, un día promedio para los Smedry.

De hecho hay incluso leyes de la naturaleza que tienen que ve con este libro, de las cuales mi favorita es conocida como la Ley de la Genialidad Pura y Dura. Esta ley establece, simplemente, que cualquier libro escrito por mí es genial. Lo siento, pero es un hecho.

¿Quién soy yo para discutirle nada a la ciencia?

Aunque me entretuve mucho con el libro, partiré reconociendo que la fórmula se repite respecto al primer libro y me frustró un poquito cuando iba más o menos a la mitad porque tenía ganas de leer sobre los Reinos Libres al fin, pero una vez que entramos a Alejandría todo se mantiene activo con las muchas pruebas que Alcatraz y sus amigos deben pasar, las nuevas criaturas que conocemos en el lugar y las interrupciones del narrador para cortar la fluidez y recordarnos cómo es una pésima persona y los escritores son las peores personas del universo —cosa que nos queda clara cuando se nos recuerda lo mucho que suelen odiar a los cachorritos y las madres.

 

Sanderson vuelve a sorprendernos con estos talentos peculiares que no tenemos idea de qué forma serán útiles pero se convierten en parte clave de la resolución de problemas. También tenemos a un protagonista carismático que insiste una y otra vez en que no es lo que creemos, y la verdad es que me está dando miedo que eventualmente nos demuestre realmente por qué repite una y otra vez lo mismo. Los secundarios son todos geniales por sí mismos, aunque sólo logremos sentirnos cercanos con Bastille y el abuelo al aparecer más que el resto. Los plot-twist nos mantienen engachados hasta el último momento y a pesar de tener un tinte más infantil-juvenil, el libro sigue estando tan bien construído como sus series de fantasía principales.

Me siento obligado a detener aquí la acción para advertiros que a menudo detengo la acción para mencionar trivialidades. Es uno de esos hábitos míos que, junto con el de ponerme calcetines desparejados, tienden a molestar a la gente. Pero no es culpa mía, en serio. Culpo a la sociedad. (Por lo de los calcetines, me refiero. Lo de detener la acción y tal es solo culpa mía.)

Espero del próximo libro ver por fin los Reinos Libres —necesitamos pruebas concretas para creerte, Alcatraz— y recibir algunas respuestas de cierto personaje que hace aparición al final de este libro. La broma recurrente de contar mentiras al principio de los capítulos y hablarnos del final en medio para aquellos que suelen leer la última página fueron lo mejor del ingenio de Alcatraz esta vez y es sin duda Sanderson disfrutando el trolleo a sus lectores lo máximo posible.

Gracias a Ediciones B por el ejemplar

Otras ediciones

Tengo dos libros más de Alcatraz esperándome, pero ahora sigo con Calamity que me está gustando más que sus predecesores hasta el momento 🙊