El mar de la tranquilidad (Katja Millay)

El mar de la tranquilidad, Katja Millay

The Sea of Tranquility · Único
Plataforma Neo (Zig-Zag) · 2015 · 456 págs.
Goodreads

La antigua prodigio del piano Nastya Kashnikov solo quiere dos cosas: terminar el instituto sin que nadie conozca su pasado y conseguir que el chico que se lo arrebató todo -su identidad, su espíritu, sus ganas de vivir- pague por lo que hizo. 

La historia de Josh Bennett no es ningún secreto. Cada persona que ha amado ha sido arrancada de su vida, y a los diecisiete años no le queda nadie. Ahora lo único que quiere es estar solo. Y parece que la gente comprende que no necesita compañía. Todos excepto Nastya, la misteriosa chica nueva del instituto, que poco a poco irá acercándose a él. Pero cuanto más llega a conocerla, mayor es el enigma. A medida que su relación se intensifica, las preguntas sin respuesta salen a la luz y él comienza a preguntarse si alguna vez sabrá quién es Nastya en realidad, o incluso si quiere descubrirlo.

El mar de la Tranquilidad es una historia profunda y emotiva sobre el milagro de las segundas oportunidades.

Las cosas malas suceden todo el tiempo; no esperan hasta después de la cena.

El mar de la tranquilidad fue uno de mis libros favoritos durante 2013: leído cuando era indie (o sea autopublicado por la autora y gracias a NetGalley) y es uno de los MUY pocos libros New Adult que me han conquistado. Sinceriously. En ese entonces de tenerlo en español no había esperanzas, pero eso ya es parte del pasado. Y lo que es mejor: ya está en Chile para que todos puedan disfrutarlo. Aunque en esta relectura (2 años después) le bajé una estrellita a la puntuación (que probablemente dice más cosas de como he cambiado yo que otra cosa), el libro sigue siendo tan bonito como la primera vez: complejo, a veces desgarrador, de esos que pasan de forma automática a tu lista de favoritos y es imposible no hablar de ellos. Comenzaré diciendo que amé este libro desde su prologo hasta su perfecto final, y probablemente se vea más que reflejado en mi opinión.

The Sea of Tranquility o El mar de la tranquilidad es el primer libro de la autora Katja Millay y ¡qué comienzo que tuvo! Como la propia autora comenta, este es un libro que nació no de las ansias de vender si no de la necesidad de plasmar sus ideas sobre esta historia en el lugar donde se inspirara: estando en la ducha, en la cocina, mientras manejaba, etc. Y creo que es algo que se nota al momento de leer. Esta no es una historia comercial, es una historia que va del aprendizaje, del dolor y del amor sin caer en los tópicos a los que tan acostumbrados nos tiene la literatura juvenil.

La narración, dada por ambos protagonistas de forma alternada es perfecta para entender el equilibrio que se da entre los problemas y la vida de Nastya y Josh. Una chica llena de secretos y completamente rota, la chica que no desea que su familia continúe viendo en ella a una chica "muerta", y el chico que ha visto tanta muerte a lo largo de su vida que ya no desea la cercanía con el resto del mundo porque ha aprendido que al final eso solo traerá más dolor y decepción a su vida. Él se refugia en la construcción de muebles, ocultándose del mundo. Ella corre para huir de un pasado que no hace más que pisarle los talones.

Con una trama que se desarrolla de forma paulatina (nada de amor a primera vista para estos chicos, thank you Jesus) y que aumenta de ritmo de una forma tan sútil en la que ni siquiera te das cuenta cuando has avanzado 50 páginas en absolutamente nada de tiempo -aunque es un libro que está dividido en 52 capítulos de longitud variable- llega ese faltal momento de los 10 capítulos finales en que exprimes y te empapas de cada palabra que la autora nos regala mientras vives una emoción tras otra: felicidad, incredulidad, odio, incontenibles ganas de golpear a alguien, dolor, esperzanza. Katja es brillante a la hora de ponernos en el lugar de Nastya y hacernos sentir cada pequeño y horrible detalle de sus secretos.

Los personajes en general se alejan de lo superficial que suele abundar en estas historias: Nastya y Josh, los protagonistas son dignos de mención por la complejidad de sus personalidades y lo real de sus características y reacciones. ¿Qué pasaría si nos quitaran esa parte de nuestro personalidad que siempre nos ha definido? Probablemente nos sentiríamos como seres incompletos, al igual que Nastya. Pero luego aparecen personas que como Josh,  no han tenido un rayo de esperanza en su vida y al conocer a una chica rara solo pueden ver ella el brillo del sol, o Sunshine *suspiros*, como suele llamarle a Nastya en la versión en inglés. Pero definitivamente el personaje que me cautivó por completo fue Drew. No, no es parte de un triángulo amoroso, pero sí que es el engranaje que ayuda a aligerar toda esta historia, el amigo que todos desearíamos tener. Que también sufre por amor, que es un mujeriego que está consciente de las estúpideces que ha cometido, y no por eso deja de ser un punto de luz en la historia.

—Necesito tus servicios de guardaespaldas este viernes.

—No, no, y no otra vez. Y espera. Aguanta un segundo. No.

—¿Qué pasa si digo por favor?

—¿Qué pasa si digo no?

Como ya mencioné antes este es un libro que en su primera lectura se convirtió en uno de mis favoritos y en la segunda se confirmó, y no solo por todo el desarrollo de la historia (en la que también tuve un determinado momento de furia con nuestros lindos protagonistas, porque todo adolescente debe tener un momento de imbecilidad máxima), pero creo que nada hubiera sido lo mismo sin ese final. Crudo, realista, fuerte, inesperado. Fue un golpe tras otro a mis reacciones. El mar de la tranquilidad no es otra tonta y sobrevalorada historia de amor, es una historia sobre el dolor, la recuperación, el aprender sobre amor propio y hacia los otros, ¿saben? La vida no es perfecta. Ni para los adultos ni los adolescentes. La gente muere, la gente sufre, la gente se rompe, pero el ser humano tiene la capacidad de adaptarse y volver a ponerse de pie. De eso va esta historia: del perdón. Del amor. La amistad. De volver a estar completos cuando creímos que jamás sería posible, aunque para ello debamos darnos de cara contra el suelo y sufrir más de una vez, y aprender que aunque las cosas jamás sean perfectas -como los cuentos de Disney nos han querido hacer creer más de una vez-, eso no significa que las cosas sean necesariamente malas.

—Voy a caminar hasta ti —digo, dando un paso a la vez en su dirección como si estuviera hablándole a un puente—. Voy a poner mis brazos a tu alrededor y voy a sostenerte. —Me detengo antes de dar el último paso—. Y tú vas a dejarme.

—¿Por qué? —pregunta ella, como si fuera la cosa más loca que jamás haya oído y tal vez, después de esta noche, lo es.

—Porque necesito hacerlo.

¿Se han encontrado alguna vez con un libro tan perfecto que no podían aguantar para decirle a sus amigos y conocidos que debían de leer? Pues precisamente eso es lo que me ocurrió con este. Se me atragantó en los dedos y la cabeza, con miles de ideas e impresiones pujando por salir. Un libro con una historia sólida y hermosa en su crudeza, con un final que te estremece y encanta por la sensación de realidad y unos personajes que acaban provocando sentimientos de todo tipo. Recomendadísimo.

Gracias a Editorial Zig-Zag por el ejemplar

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2013 me y 2015 me piensan similar... y sigo amando el drama cuando es bien llevado ;)